Es allí donde comienza sus estudios básico en una escuela elemental para luego continuar en la República Dominicana cuando la familia decidió regresar a su tierra natal. El hoy conocido en el medio artístico como El Montuno, desde muy pequeño mostró inquietudes artísticas. Para todo el que conoce a la familia de El Montuno, no le parecerá una sorpresa porque viene de una familia artística. Su abuelo, Carlos Chapman desde muy joven aprendió a ejecutar el bajo; disciplina que heredó el padre de Montuno que respondía al mismo nombre. El padre de Montuno no sólo ejecutó el bajo sino que llegó a pertenecer a los grupos musicales más importantes de la República Dominicana tales como la orquesta de Johnny Ventura, Félix del Rosario, Primitivo Santos, el grupo de son Maniel entre otros.
El MontunoAprender a leer y a tocar la tambora, fueron habilidades que aprendió de manera paralela. Así es como Montuno comienza a pertenecer al grupo musical de la iglesia local y comienza a formar parte del coro de la escuela. El Montuno creció expuesto a un sinnúmero de géneros musicales, de manera que creció admirando a artistas como Michael Jackson, Johnny Ventura, Ismael Rivera, Pete Conde Rodríguez, José Alberto El Canario, Óscar D' León y al cerebro musical detrás del famoso grupo salsero venezolano, Porfi Baloa.
Pero fue en el año 2003 cuando José Luis hace su sueño realidad. Es en dicho año que Montuno no sólo logra ver en vivo a su gran ídolo, Óscar D' León, en el Copacabana de la ciudad de Nueva York, sino que en un acto de osadía, sus amigos, literalmente, lo levantan hasta la tarima. Para su gran sorpresa, D' León se mostró receptivo y le dio la oportunidad de cantar. Es allí donde tiene su primera experiencia como cantante ante un gran público. A partir de esa noche, Montuno se convirtió en una cara que siempre aparecía en la presentaciones de D' León siempre que se presentaba en la ciudad de Nueva York. "Ese es un gesto que siempre le estaré agradecido a mi gran ídolo", dice El Montuno con los ojos típicos de los niños que llegan a una juguetería por primera vez y que le gustaría que el tiempo se detuviera.
El Montuno y Rafael IthierPasarán unos años y la inquietud por ser parte de firmamento artístico fue en ascenso y lo llevan a conocer a otro de sus ídolos, Porfi Baloa, que estaba hospedado en hotel de la ciudad de Miami. La química entre el maestro Baloa y Montuno fue inmediata tanto en lo musical como en lo personal. Dicha química, hace que Baloa se lo lleve a Venezuela consciente de que en él había futuro y le graba una producción bajo su sello Porfi Music. En esta producción musical, el maestro Baloa, ha creado un sonido novedoso y, según el maestro, acorde a la personalidad y las capacidades vocales de su nueva cosecha musical. Tanto el maestro Baloa y El Montuno esperan que esta producción le sea de su agrado y que la gocen tanto como ellos la gozaron mientras cocinaban este suculento plato musical. Bueno, sea usted el jurado...pero, sobre todo, disfruten la producción de la cabeza a los pies del Rey de la cimarronada.